El Milagro de curarnos
El milagro de curarnos Por Fernando Callejón
El milagro de curarnos
Podemos decir que la enfermedad es un invento. Como la luz eléctrica. La luz siempre existió pero lo que hizo el hombre fue poder manejarla y eso le dio poder. El malestar orgánico o emocional siempre existió pero lo que hizo la medicina fue clasificarlo y eso le dio poder. La creencia sobre la enfermedad no solo es la de una fuerza que nos ataca sino que a partir de esa clasificación, es la de una fuerza que un grupo de personas (los científicos-mé dicos) puede dominar. O por lo menos ostenta un saber sobre ella y puede ejercer influencia sobre su evolución.
Esta influencia ha crecido desproporcionadamen te en relación al saber. Actualmente las llamadas enfermedades son desmesuradamente influenciadas por la acción médica sin que haya un saber que sustente lógicamente esa influencia. Se actúa sobre ellas sabiendo muy poco sobre el origen de la enfermedad y mucho menos sobre el sentido de la misma.
Pensemos en un simple resfriado. Se atribuye a un virus pero no se lo combate a él sino al resfriado. Se lo trata de abortar. Se usan antihistamínicos para que las secreciones disminuyan y muchas veces antibióticos porque se habla de alergias bacterianas o complicaciones infecciosas imposibles de comprobar. Esta metodología que influencia el curso de la enfermedad se basa en la misma teoría que sostiene que el sol gira alrededor de la tierra; la observación superficial de un fenómeno sin preguntar nada sobre las características del objeto sobre el cual el fenómeno actúa. Si la física dependiera de los médicos, hoy seguiríamos creyendo que a la mañana el sol está en el este porque a la tarde giró alrededor nuestro.
Pensemos en un tumor. Un pedazo de carne que sobra. Los métodos médicos que influencian su destino se basan en la misma teoría de observación superficial y de ausencia de preguntas sobre las características del sujeto enfermo. El pedazo de carne está de más y hay que eliminarlo. Si no se puede con cirugía, se arrasa con drogas o radiaciones. Los físicos no manejan la medicina y los médicos terminan por creer que una resonancia magnética es una observación profunda. Se sigue observando el fenómeno y no la naturaleza ni el sentido del fenómeno.
Es así que ahora hay dos creencias: el malestar es una fuerza que viene de afuera y se puede influenciar sobre esa fuerza con un saber que se llama científico.
Volvamos al resfriado. Pensemos que quizás no es un virus el que lo produce (la fuerza externa) sino que es una de las formas que tiene el organismo de descargarse de una tensión que lleva demasiado tiempo acumulada. No hay fuerza externa. Los virus ya estaban y uno no se contagia de nadie sino que son ellos los que comandan esta forma de descargarse. Esto no significa que no haya virus extraños al organismo y éste intente rechazarlos porque no los reconoce. Los virus son cadenas de información y si traen una información extraña e irreconocible, el organismo se niega a aceptarla y se produce el rechazo de la misma. Pero esto no es lo que ocurre en un resfriado común. Allí hay problemas territoriales y las mucosas se inflaman para obstruir las narinas y no respirar el mismo aire que el enemigo. Los bronquios expulsan moco para escupir al invasor. Los músculos duelen para retirarse de la lucha. Y allí los virus son excelentes colaboradores para generar este estado inflamatorio que si bien es molesto, logra que el ser vivo se aísle y recupere su bienestar. La medicina en lugar de entender esto, ataca los síntomas para que el sujeto vuelva a la cadena de producción lo más pronto posible. Los médicos se comportan como aliados de un poder que exige productividad sin interesarse por la verdadera recuperación del cuerpo enfermo. El paradigma del agente externo como causa siempre presente de la enfermedad sirve a los mismos fines. Si hay un agente externo debe haber un poder que lo pueda combatir. Y ese poder es la científica medicina.
Quizás si esto hubiera quedado allí, tendríamos esperanzas de salir de esa trampa. Pero lamentablemente, la influencia de la acción médica sin un saber lógico que la sustente, generó tantos nuevos saberes vacíos, que estamos atrapados en una red que se retroalimenta de otras disciplinas y de otros saberes. La religión, la filosofía, la psicología, aportan nuevos saberes a esta interminable creencia de la enfermedad como fuerza externa y a la existencia de un grupo que tiene un saber sobre ella.
Escuchamos conceptos que parecen valiosos: -Debemos aceptar la enfermedad si vamos a luchar contra ella.- -La enfermedad es poderosa pero más poderosa es la salud-. -La salud es el silencio de los órganos-. -La enfermedad es un mal que debemos saber combatir-. ¿Quién podría negar el valor de esas frases?. Sin embargo, no sirven de nada. Son saberes que se basan en una creencia vacía. Y no porque no se pueda defender esa creencia. Sino porque ya no sirve más.
En este contexto, nos han quitado la libertad de elegir. En la historia de la humanidad, siempre hubo bandos, romanos y griegos, árabes y españoles, buenos y malos, perversos y normales, nazis y judíos. El ser humano podía optar, aún cuando esa opción fuera equivocada. Ahora es imposible elegir ya que se trata de nosotros o los virus, enemigos invisibles que destruyen a todos, sin excepción. Las organizaciones mundiales encargadas de la salud avisan que futuras pandemias son inevitables y elaboran mapas con colores cada vez más intensos y tenebrosos. La humanidad toda enfrenta al enemigo invisible y no hay opción. Por primera vez, en cientos de años, se está tomando conciencia que no es la tierra la que está en peligro sino esta especie que se ha creído excepcional y que ahora viene a enterarse que su desaparición es posible. La génesis de Adán y Eva ya no calma los temores de una especie que ha inventado el concepto de enfermedad y ahora el concepto en sí mismo la está arrasando. La fuerza externa que nos viene a destruir supera ampliamente el saber autorizado del grupo de personas que la combate. El concepto se escapó de las manos y tiene vida propia. La gente ya no se muere de la enfermedad sino del miedo que el concepto inventado le genera. El miedo no da tiempo a que la enfermedad actúe y nos mate ya que crea por sí mismo una realidad mortal. Así lo relata el cuento sufí:
-Un sabio sentado en la cumbre de una montaña, ve pasar una sombra y pregunta: ¿Quién eres?. La sombra le contesta -Soy la peste-. ¿Adonde te diriges? -A matar mil personas de ese poblado-. Bueno, ve y mata. A los pocos días, el sabio se encuentra con un hombre y le pregunta ¿De donde vienes? - Huyo de aquel poblado que ha sido atacado por la peste y ha matado treinta mil personas- Bueno, ve y huye. A las pocas horas, vuelve a pasar la sombra y el sabio lo detiene. Oye tú, me has engañado, dijiste que matarías mil personas y has matado treinta mil. ¿Porqué?. La peste le responde- No es cierto, yo solo maté mil personas, el resto, murió de miedo.-
Como médico he presenciado muchas veces el fenómeno de una persona que en pleno estado de salud y por hallazgos casuales (pruebas de rutina o un médico demasiado inquisidor) ha sido diagnosticada de un tumor en hígado, pulmón o mama. A los pocos días de ese hallazgo, el estado de salud había empeorado dramáticamente. He visto a algunas personas morir en poco tiempo luego del diagnóstico. Eso es miedo, no es cáncer. Ese es el concepto que se le ha escapado de las manos al grupo de científicos que ostenta el supuesto saber de la enfermedad. Y ese concepto se ha desbordado y ha creado una realidad autónoma entre otras cosas, porque se ha colectivizado. Se ha vuelto un saber popular. ¿Quien no ha escuchado alguna de las siguientes frases?: -El cáncer de páncreas, cuando te lo diagnostican ya es demasiado tarde-; -la quimioterapia te mata las células malas pero también las buenas-; -yo sé que me voy a morir, lo que no quiero es sufrir-; -nunca conocí a nadie que se salvara-; -la enfermedad avanza-; -hay que hacer algo- y tantas otras. El saber colectivo sobre la enfermedad no se diferencia mucho del saber de los médicos, muchos de los cuales jamás se harían (y lo dicen públicamente) el tratamiento que le indican a los pacientes.
Actualmente se escuchan muchas voces que cuestionan este concepto de la enfermedad pero la mayor parte de las veces son ignoradas, reprimidas o tergiversadas.
Es en este contexto que debemos dejar de pensar en nuevos instrumentos contra la enfermedad para comenzar a pensar en un nuevo concepto de la enfermedad. Se gastan miles de millones de dólares en investigar y producir drogas cada vez más nocivas para la salud de la humanidad y no cesan de aparecer variantes de la misma enfermedad que no responden a esas drogas o las llamadas nuevas enfermedades sobre las que ni siquiera se tiene alguna droga con la que experimentar.
La ciencia se nota perdida y actúa sin lógica. Solo intenta sacarse de encima un problema inmediato sin pensar en las implicancia futuras de su proceder. No interactúa con el resto de la sociedad que mira azorada la injusticia del poder del que participa. El gobierno que invierte doscientos mil millones de dólares anuales en productos farmacéuticos es el mismo que gasta tres millones de dólares por minuto en armas, mientras deja morir quince niños de hambre en esa misma cantidad de tiempo. La ciencia médica usa el mismo presupuesto manchado de sangre e injusticia. Y en esa confusión trata a los virus con la misma filosofía del gobierno que la sustenta: usa armas mortales.
Es justamente ese nuevo concepto de la enfermedad, el que nos va a permitir salir del atolladero en el que el viejo concepto nos ha metido. Si luchamos contra la enfermedad, luchamos contra el mensaje que pretende curarnos. Cuando una mujer se nota un bulto en la mama, debe parar toda actividad y preguntarse qué le viene a decir ese bulto. Y si no lo sabe, debe recurrir a alguien que la ayude a interpretar ese mensaje. No debe salir corriendo en busca de ese personaje que detenta un saber sobre la enfermedad porque eso la cristaliza en el viejo concepto. Y a partir de allí, solo puede esperar que se instale una guerra en su cuerpo. Y el bulto no vino a declarar la guerra sino a evitarla. Y no es que no debe hacer nada o curarse psicológicamente. Debe instalar la paz en su vida porque el bulto así se lo está exigiendo. Y eso no es poco pero es mucho más de lo que la medicina pretende con su viejo concepto de instalar una guerra entre el cuerpo de esa mujer y-.el cuerpo de esa mujer.
Los poseedores del saber sobre la enfermedad se escandalizará n ante semejante propuesta. -¡No hay tiempo que perder!; ¡Si no actuamos ahora, su vida corre peligro!- Y comenzarán a citar estadísticas no solo fraudulentas sino aterradoras. Algunos optarán por hablar de los adelantos de la ciencia y nos citarán con absoluta seriedad, los anticuerpos monoclonales, los hibridomas y la fusión entre los linfocitos B y los tumores. Suenan orgullosos de saber tanto. Y es un saber vacío porque es eficaz contra el único mensaje que pretende curarnos. Pero además es un saber corrupto, montado en la sangre de millones de seres humanos, que en lugar de salvar sus vidas, las pierden definitivamente.
No es una lucha entre los que saben y los que no sabemos. Es una lucha entre dos conceptos; el de una humanidad que se destruye a sí misma y el de una humanidad que pretende sobrevivir.
La mujer del bulto en la mama deberá elegir y optar por quimioterapia, radioterapia y cirugía y así seguir avivando el viejo concepto que nos está destruyendo o podrá hacer un verdadero cambio en su vida y dejar de sufrir por su hija que la ignora o por su esposo al que no ama. En ese cambio, habrá entendido el mensaje de ese bulto que viene a decirle: -¡No pongas más el pecho!; ¡Deja de ser madre y acepta ser mujer!; ¡Libérate de ese hombre al que no amas!-
-¿Pero quien me da las garantías de que el bulto no crecerá o que sus células se irán a mi cerebro o a mis huesos?-, dirá la mujer envuelta en las informaciones científicas pero a la vez en la realidad de conocer a tanta gente que sigue ese camino. -Nadie-se le responde-absolutame nte nadie-. Desde el viejo concepto (la enfermedad como fuerza que nos destruye), se le citarán estadísticas sobre lo que le podría pasar si no hace lo que el grupo que sabe le dice que haga. Desde el nuevo concepto (la enfermedad como mensaje para sobrevivir), se le pedirá confianza en que si hace los cambios que debe hacer, se curará. No parece ser muy interesante la opción.
Es así que la mayor parte de la gente opta por intentar hacer las dos cosas o parte de ellas o casi ninguna de ellas. O lo que sucede con frecuencia, opta por el viejo concepto y cuando ya no obtiene respuesta de él, se vuelca al nuevo concepto. ¡Cuánto miedo!
Filosóficamente, cualquiera de estas opciones viola uno de los principios en los que se funda la realidad, el de la no contradicción: -Una cosa no puede ser y no ser a la vez-. Llamativamente, buena parte de los médicos del viejo concepto están apoyando estas opciones como si con ello colaboraran con la salud del paciente.
Sin embargo, esa es la realidad. El psicoterapeuta Mario Litmanovich dice claramente -¡Necesitamos médicos sin miedo!; esa es la única manera de salir del atolladero-. Creo también que necesitamos pacientes sin miedo.
Es desde este lugar que proponemos el milagro de la curación. Milagro viene del latín y su origen es asombrarse. Curación proviene de cuidado. De eso se trata. El asombro de cuidarnos. De protegernos, de no quedarnos solos y sentir miedo. Allí aparece el asombro. Todos estamos entrelazados y somos la humanidad. No somos el paciente enfermo. Somos la humanidad enferma. Y entonces aparece el cuidado. La necesidad de tratarnos como almas, no como cáscaras.
El médico alemán Hamer repetía en sus seminarios una presentación que siempre culminaba con una frase: -Necesitamos médicos de manos calientes que hagan de la medicina un acto sagrado-. Allí estaba el centro de su propuesta. Sagrado siempre es citado como originado en sacrificar pero el sacre es un ave de rapiña. Y así se llamaba al halcón en épocas antiguas. Un ave sagrada cuyas uñas retorcidas le permiten sobrevivir hasta que madura y se vuelven inútiles. Allí debe tomar la decisión de arrancárselas con el pico si pretende sobrevivir. Si lo hace, vive una nueva vida, una nueva oportunidad de ser joven y sagrado.
El milagro de curarnos es eso. Volver a nacer fuera de nuestros roles y percibirnos como almas que se relacionan con almas. Dejar de ser hijos, esposos, madres, padres, médicos, abogados, exitosos, fracasados o perversos. Y renacer como almas con cuerpos que son usados, no descuidados.
Para ello, estamos acá. No para descubrir vacunas sino para tomar conciencia.
De lo que somos y hacia donde vamos
El miedo
Aprendiendo de Nuestros Miedos
Por John Earle
Podemos empezar a trabajar con el miedo al tomar conciencia de los miles de pequeños temores con los cuales convivimos cada día. Tememos pelar cebolla. Tememos las voces en nuestras cabezas, que dicen: "Usted debe hacer esto", y: "Tienes que hacer eso." Tememos los problemas financieros, tememos encuentros con determinadas personas, tememos la autoridad, tememos el futuro y el pasado. Tememos por nuestras vidas y nos da miedo la muerte. Tememos el dolor. Incluso tememos la tranquilidad. Tenemos miedo de que nunca tengamos suficiente. Tememos al juicio de los extraños, los amigos y cónyuges. Tenemos miedo de la soledad y la ira. Y la lista sigue. Para cada uno de nuestros miedos, hemos desarrollado una o más estrategias de evitación, indulgencia, asfixia o negación. Además, muchos de nuestros comportamientos más torpes vienen del miedo.
Muchos de nuestros objetivos son basados en el miedo. El miedo puede incluso hacerse pasar por una acción digna, como la compasión, cuando tenemos miedo de nosotros mismos y proyectamos nuestro propio miedo al ayudar a los demás. (Ayudar a otros es noble pero ayudar es mucho más eficaz cuando se hace por amor en lugar del miedo). Podríamos tomar clases de artes marciales, ya que no nos sentimos seguros o porque tenemos miedo de ataque o nos sentimos impotentes. El miedo está en el trabajo cuando no te sientes seguro de ser lo que somos en nuestras relaciones. A veces, cuando nos encontramos con un desastre o un gran evento negativo en nuestras vidas, las cosas que más hemos temido se han convertido en nuestra realidad y crean aún más miedo.
Una forma de conocer nuestro miedo es a través de la conciencia de lo que está ocurriendo en nuestros cuerpos. Si nos cuesta estar en contacto con nuestras emociones es una buena manera de darse cuenta de que están ocurriendo. Por ejemplo, cuando nos sentimos sensaciones de presión (apretados) en el área de la garganta, el pecho o en el estómago, el miedo puede estar presente. Cuando nos damos cuenta de que esto está sucediendo necesitamos respirar. La mente tiene el hábito de viajar fuera del presente, a raíz de las historias de miedo, cuentos del pasado y las fantasías de un futuro sombrío. Cuando nos damos cuenta de que esto está sucediendo, necesitamos volver al momento presente. Un método para llevar a nosotros mismos en la actualidad, además de utilizar la respiración, es acceder a la gratitud, centrarse en todas las cosas positivas en nuestra vida, en la belleza en lugar de las imágenes de miedo.
Leyendo lo anterior, se podría pensar que el miedo hace que el mundo gire, y, por desgracia, así es. Toda nuestra cultura está basada en el miedo, el miedo a no haber suficiente, el miedo a las pandillas y el miedo al cambio. Uno podría decir que, lógicamente, porque el miedo motiva gran parte de nuestras vidas, debe estar bien, pero esto no es realmente así. La mayoría de nosotros preferiría vidas basadas en el amor y la comprensión, pero el miedo puede convertirse en un regalo sorpresa cuando entendemos su función real, y para ello tenemos que empezar a prestar atención a la misma. El miedo no puede cumplir su función cuando lo ignoramos; fingir que no existe, o adormecerlo de mil maneras, y cuando, como individuo o una nación seguimos actuando por miedo en lugar de reconocer el papel que desempeña en nuestro juicio, las opiniones y acciones. Tenemos que entender la función real del miedo. Y es aquí donde la noción del miedo como aliado entra en juego
El miedo y el dolor tienen algo en común. Ambos son mensajeros. Su trabajo consiste en hacernos saber que algo no está funcionando correctamente, se lastima o se rompe. El dolor físico nos dice que hay un problema en el cuerpo físico. Si ignoramos el dolor puede aumentar para llamar nuestra atención más completa. Se ha encontrado que cuando dejas de resistir el dolor a menudo disminuye en intensidad. He experimentado esto. Sentado en meditación a veces mi cadera enviar mensajes de dolor. Cuando me enfoco en mi cadera y respirar en el dolor, disminuye o incluso desaparece por completo. Al igual que el dolor, el miedo es también un mensajero, pero desde nuestra cuerpo psico-emocional. Esto también nos advierte que algo está mal, o no del todo bien. Si lo ignoramos, el miedo también puede crecer más grande y lo más importante, no habrá curación para la parte no reconocida de nosotros que está enviando el mensaje. Evitar el miedo y el dolor puede hacer que crezcan más fuertes. El truco con el miedo es ir con él, para dejar que haga su trabajo. Una vez que el miedo nos ha puesto en contacto con nuestro problema interno puede disminuir. De hecho, el miedo simplemente reconociéndolo parece disminuir.
Un ejemplo: un cliente mío estaba teniendo dificultades financieras. Tenía mucho miedo de no tener suficiente dinero. Antes de que ella reconociera este miedo, reaccionó a sí misma cayendo en fantasías terribles sobre lo que iba a suceder en el futuro, sobre los desastres fiscales, no poder alimentar a su familia y otras imaginaciones horribles. Esto era paralizante. Decidimos que sería una buena oportunidad para practicar un poco de conciencia. A medida que su conciencia creció y el miedo por el dinero aumento, empezó a reconocerlo, presenciarlo, se dijo: "Mira, hay miedo por el dinero." Aprendió a evitar las historias de un futuro sombrío y sin esperanza y quedarse con su miedo. Dejarlo presente. Al principio fue incómodo. Este miedo pasó un rato justo debajo de la superficie durante días sin disminuir. Cuando comenzó a practicar la conciencia, reconocer ese miedo específico, se dio cuenta que su duración disminuyo. Con el tiempo, su miedo y terror sobre dinero redujo su presencia a un día a menos de una hora y, finalmente, a un intervalo de tiempo no mucho mayor que el simple reconocerlo. Ella vio que había estado alimentando a su miedo. Sin embargo, no hay manera de que se pueda forzar el miedo a disminuir. Es otra paradoja de que, a pesar de reconocer el miedo y reducir su longitud y fuerza, si conscientemente tratan de reducir el miedo a través de alguna técnica o estrategia, nos desviado por el intento y el miedo mantendrá su vigencia. Es más beneficioso confiar en el proceso de toma de conciencia pura e "ir con la corriente". Conciencia no es una técnica tanto como es un estado.
El reconocimiento verbal del miedo es muy poderoso. Cuando un cliente mío tuvo un fracaso en los negocios y el miedo era por el dinero, su esposa también estaba en miedo, pero en lugar de expresarlo, ambos actuaron, culpándose mutuamente por gastar demasiado, quejándose de errores en el libro de cheque y criticar a los demás por no ser más organizado en torno al dinero. Fracasaron en tomar conciencia del miedo, el "elefante en la habitación". Finalmente, una noche mi cliente dijo esta frase sencilla y veraz a su esposa: "Tengo mucho miedo sobre nuestra situación financiera". Y ella respondió: "Yo también" Me parecía un simple intercambio, y, sin embargo, de pronto se dieron cuenta de un verdadero cambio energético que les permitió convertirse en aliados para trabajar con su miedo por el dinero. Fue un momento de gran alcance en su relación. Este ejemplo demuestra cuánta liberación se puede ganar al reconocer el miedo en lugar de tratar de pretender que no existe.
Cuando nos damos cuenta del miedo y estamos presentes con él, en lugar de tratar de evitarlo, comienza a revelar sus fuentes. El miedo nos muestra las creencias con las cuales estamos funcionando que ya no nos sirven. Puesto que nuestra vida se forja de nuestras creencias, es por eso que el miedo es un aliado muy poderoso. Una vez que somos capaces de ver las creencias que no nos sirven, podemos empezar a cuestionar todo. Nuestro miedo brilla una luz sobre las áreas en las que no tenemos control, los lugares en los que estamos incompletos, los lugares en los que hemos dejado de crecer y los lugares en los que no confiamos en Dios, el plan, el universo, lo que Rumi llama "El patrón elegante”.
Cuando alguien preguntaba si el EFT sirve en una condición particular, como alergias, hipertensión, resfriados y gripe, indigestión, artritis, insomnio, esguinces, o cualquier otra cosa, mi respuesta es siempre la misma: ven y pruébalo. Muchos han bajado de peso, dejado de fumar, recuperado en minutos de un esquince muscular, ahuyentado migrañas, parado dolor y recuperado de todo tipo de enfermedades y heridas.
A menudo se recuperan sin los fármacos o la cirugía que estaban programados para ellos, o se sanan más rápidamente, o condiciones crónicas que duraron años repentinamente mejoran o desaparecen. Lo que más me emociona del EFT es su aplicación en la salud física y el bienestar Estoy convencido más que nunca que la medicina moderna ha pasado de largo un factor importante en las enfermedades crónicas y agudas. Nuestros enojos, miedos y traumas aparecen en nuestros cuerpos físicos y se manifiestan como artritis reumatoide, cáncer, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, y cientos de otros malestares. Los traumas del pasado se pueden guardar en los músculos y órganos del cuerpo y soltar eventos pasados y todas las emociones que generan puede aliviar síntomas físicos.
Aquello a lo que prestas atencion hace que emitas una vibracion, y las vibraciones que ofreces equivalen a lo que pides, lo cual equivale a tu punto de atraccion.
El Universo energetico
Todas las cosas son creadas a partir de esta energía. Si realmente miras la realidad a un nivel cuántico. Se trata de diferentes frecuencias vibracionales de luz y sonido. Todo. Y está todo conectado porque todo es energía. La energía es lo que hace a la realidad. En lo que en esencia estamos participando es un océano de corrientes distintas, distintas frecuencias y manifestaciones de luz y sonido.
Si puedes imaginar vida en el océano e imaginar el agua que lo conecta a todo en el océano, cada criatura marina, cada planta, las rocas, la arena en el fondo. El agua lo impregna todo y realmente se absorbe en las rocas, es algo que conecta a cada una de las cosas del océano, esta todo conectado por el agua.
Pues lo que nosotros experimentamos en la realidad en la que vivimos es que todo está conectado por energía, y la energía lo penetra todo al igual que el agua impregna todo lo que hay en el océano.
Y sin embargo toda manifestación dentro de la creación es completamente única en si misma a la vez. Cada roca en el suelo está compuesta enteramente de energía, al igual que todo lo demás, y sin embargo hasta una roca en el suelo tiene su aspecto propio, su ángulo particular y sus propias líneas, curvaturas y marcas. Es completamente única en sí misma. Cada individuo también tiene una completa y única perspectiva de la realidad. Es lo que te hace a ti ser tú. Esto es lo que hace a la gente lo que son. Y así es como estamos conectados y a la vez estamos completamente separados porque podemos ser ambas cosas a la vez, cuando entiendes como la realidad funciona.
Los sentidos superiores simplemente no están funcionando, la conexión y habilidad de poder leer y descodificar el campo energético que nos rodea es prácticamente inexistente y debido a esto estamos literalmente experimentando solo el 3% de la realidad.
Esto es lo que sucede cuando ocurre la muerte, la fuente de energía se desconecta del cuerpo y el ordenador básicamente se quema y la consciencia se marcha para regresar al campo que nos rodea con la información que ha reunido. El agua en el cuerpo retorna al agua de la tierra con la información que ha recopilado y mirándolo desde la perspectiva de un ordenador se podía decir que sirve para actualizar el disco RAM Global con nuevos datos y nueva memoria.
Es lo más importante que debemos hacer, porque este es un sistema de control mental basado en el miedo por lo tanto lo que hemos de hacer es enfrentarnos al miedo y especialmente porque es este miedo el que nos mantiene desunidos de los demás, como la división que perpetúa el sistema.
Surge la pregunta; ¿Cómo podemos crear algún tipo de unidad? ¿Cómo podemos crear algún tipo de respeto mutuo, que permita la soberanía de cada ser del planeta y que se sienta feliz en serlo y feliz en permitir que los demás lo sean?
Todo se reduce a la empatía y la compasión y un aspecto muy importante de ello, es el perdón. Es tan importante que la gente pueda dejar de lado todo lo que ha pasado, liberar el agarre de todas las emociones necesitadas a las que se aferran. Toda la venganza que siente que les gustaría llevar a cabo sobre otras personas. Todas las personas que ellos perciben que les han perjudicado, lo han hecho simplemente debido a su percepción errónea de la realidad y el aferrarse a ese sentimiento y querer dañar al otro en acto de justo castigo simplemente hace que el problema continúe. Lo agrava.
Cuando de hecho, el acto de hacerlo solo sirve para validar las acciones de la persona que te perjudicó. El truco es el de predicar con el ejemplo, y de ser el cambio que de deseas ver en el mundo.
Esto va a ser una de las pruebas más duras con las que te podrás enfrentar, pero si puedes conseguir entender lo que es la realidad ya que podemos ver lo poco que conoce la gente acerca de este tema y lo desconectados que están de la fuente, comienzas a ver el por qué debes desligarte de todos estos malos sentimientos y emociones negativas ya que los que te han perjudicado no saben lo que es la realidad al haber sido entrenados para ser así.
No importa lo que la gente haya hecho. Lo que importa es lo que hagamos desde este punto en adelante, y para que se ponga en marcha solo hace falta, respeto mutuo, empatía y comprensión, y que todos podamos volver a casa…
Cómo Obtener lo que Deseas
Por muchos que sean los deseos de tu corazón, si crees en ellos, tus sueños se convertirán en realidad. -Walt Disney Si has estado en el grupo por algún tiempo, estoy seguro que ha habido transformaciones en tú vida, sin embargo no sobra revisar cómo obtener lo que deseamos. Hemos estudiado los mecanismos de por qué uno no obtiene lo que pide y cómo el universo crea para ti la situación de querer y no la de tener. A muchos ha sucedido que han hecho visualizaciones del resultado que desean lograr, y lo han OBTENIDO. Pero luego también ha habido ocasiones en que NO HAS OBTENIDO lo que has pedido. Aclaremos esta confusión.
Primero, tengo que decirte que no creo que exista una garantía en el universo que diga que lo que sea que elijas, lo obtengas. Creo que sería ingenuo pensar así – y tal vez, incluso peligroso. Esto es lo que me imagino saber acerca de todo esto: CON MÁS FRECUENCIA QUE NO, lo que creemos, creamos; lo que pensamos, experimentamos; lo que decimos, producimos. Pero NO SIEMPRE. Esto se debe a que hay, desde mi punto de vista, demasiados factores en juego en el delicado Proceso de Creación Personal, analicemos algunos de ellos: Ley de los Opuestos. Esta ley establece que el momento en que declaras algo, todo lo que sea diferente vendrá a la habitación. Esto es necesario a fin de crear un contexto dentro del cual lo que eliges experimentar se vuelve posible.
Esa es la única forma en que puede funcionar en el Reino de lo Relativo, en donde una cosa existe en relación a la otra. Debido a los múltiples factores que tienen efecto sobre el Proceso de Creación, uno tendría que ser un Maestro Perfecto para … bueno, para dominar todos estos efectos y factores, alineando cada una de las energías multitudinarias arremolinándose alrededor de los movimientos centrales de la Vida y creando nuestras realidades tanto individuales como colectivas. Tu poder de cocrear. Otro punto que quiero que hagas conciencia es que el poder de creación que tenemos todos, está funcionando en automático las 24 horas del día, de manera conciente e inconciente. A muchos les duele esta afirmación, porque lo que han creado de su vida, no les agrada, les parece que no es posible que estén en una situación que no desearían concientemente tener, es preferible creer que es mala suerte, ó que no son elegidos para lograr sus deseos positivos.
Esto tiene una explicación simple: No han aceptado que son responsable de su vida, pero te tengo una buena noticia si éste fuera tú caso: “Si no te gusta lo que has creado, ¡cámbialo!, ¡decídete ahora! concientemente empata tu pensamiento, emoción y acción y dirígelo a crear lo que deseas; deja de quejarte, todos somos elegidos. “La diferencia es que unos ya nos dimos cuenta y otros no”. Ahora si todos tenemos el poder de creación, entonces es un factor impactante que todos estamos creando simultáneamente en este planeta. Estamos co-creando nuestra realidad colectiva. Esto significa que, como individuos, estamos trabajando constantemente, no sólo con nuestras propias energías (creadas por nuestro Pensamiento, Palabra, y Obra – las tres Herramientas de la Creación), sino también con las energías de los demás: aquellos que nos rodean inmediatamente, aquellos en nuestro medio ambiente mayor, y, de hecho, aquellos en todo el mundo. De tal manera que algebraicamente las energías de la creación se suman ó se restan. Hay tres factores importantes a considerar: la intensidad, la distancia y el tipo de energía de creación. El tipo de energía.
Hemos estudiado que nuestras emociones son energía, y que como si fuéramos una estación de radio, emitimos al Universo la frecuencia vibratoria de estas emociones impregnando el lugar y el Universo de este tipo de energía. Por lo anterior si te juntas con gente pesimista, negativa, enfermiza, de los que se quejan de todo y de todos, corres el grave riesgo de que te impregnes de ésta energía, ó si no comulgas con ellos, de todas maneras te dejarán su carga energética negativa. Más vale evitarlos, desearles lo mejor, envolverlos en luz blanca y dejarlos ir. La Distancia. Ahora, es cierto que mientras más lejos esté la otra persona, menos efecto puede tener sobre nuestra propia creación personal, sin embargo, sí tienen algún efecto. Y, por supuesto, mientras más cerca de nosotros esté una persona, mayor efecto tendrá.
Así que quienes estén justo a nuestro lado – miembros de nuestra familia inmediata, aquellos con quienes estamos asociados directamente en la vida – pueden tener un efecto asombroso en nuestra realidad momento a momento. La Intensidad. Mientras más profunda y fuerte sean nuestros pensamientos y emociones respecto a una situación, más intensos serán. La vida es pasión, por favor recuérdalo. Por lo tanto, es muy beneficioso buscar una alineación de visión con quienes nos rodean inmediatamente para crear una sinergia de creación. Me encanta esta declaración, atribuida a la fuerza del amor y vida personalizada en el Cristo: “Donde dos o más estén reunidos, allí estoy Yo”. El punto de esa declaración – y el punto que estoy haciendo aquí: La creación colectiva puede ser más poderosa que la creación individual, al menos hasta alcanzar el nivel de maestría personal, donde nuestro poder creativo es suficiente para superar la Conciencia Colectiva. Este es el lugar adonde todos los grandes Maestros de la historia habían llegado y residían. Conciencia Personal. Además de estos factores (la Ley de Opuestos y la Conciencia Colectiva), está la parte de nuestra propia conciencia personal, y el nivel que ha alcanzado. Por ejemplo, decíamos al inicio del escrito… “Pero luego también ha habido ocasiones en que NO HAS OBTENIDO lo que has pedido.” Yo sé que posiblemente sólo estabas usando una frase común… ¿o no? ¿Es posible que así sea, de hecho, como lo estabas pensando? Es decir, ¿has estado “pidiendo” cosas? ¿Resultados o condiciones o experiencias que deseas crear? Pero ¿tus peticiones son congruentes con tu emoción por pedirlo?, ó lo clásico: Pides lo que NO quieres en lugar de ser asertivo y pedir lo que SI quieres. Porque si es así, justamente ahí podría estar tu problema. Podrías no conseguir nada de lo que pidas. ¿Por qué? Porque el mismo acto de pedirlo es tu anuncio al universo de que no lo tienes ahora. Y ese anuncio es una declaración al universo desde tu perspectiva. Obviamente, tu perspectiva es que ahora no tienes lo que estás “pidiendo”, o no lo estarías pidiendo.
Ahora, este punto de vista, James, crea tu percepción. Es decir, tiendes a ver las cosas de una determinada manera, según el lugar desde donde las estás viendo. La perspectiva crea la percepción. Recuérdalo siempre. Pero va más allá. La percepción crea la creencia. Resulta que ver ES CREER, para la mayoría de las personas. Así pues, ves lo que ves debido a la forma en que lo estás viendo, y lo que ves es lo que crees. Pero espera, que va más allá… La creencia entonces crea la conducta. Todas las conductas resultan de nuestras creencias acerca de algo. Cada conducta, sin excepción, es una demostración en forma física de algo que crees. Es la puesta en acción de tu pensamiento acerca de algo – o es una reacción a ese pensamiento. Pero espera, que va más allá… La conducta crea la experiencia. Toda experiencia es un producto de nuestra conducta. Si actuamos de una determinada manera creamos una cierta experiencia. Es tan simple como eso. Pero espera, no termina allí… porque… … la experiencia crea la realidad. Lo que experimentamos, asumimos que es verdad. Lo hacemos nuestra realidad. Pero espera, TODAVÍA no ha terminado… porque… … ¡nuestra experiencia crea nuestra próxima perspectiva!!! Es un círculo. Aquí está otra vez, por si te lo perdiste: La perspectiva crea percepción, la percepción crea creencia, la creencia crea conducta, la conducta crea experiencia, la experiencia crea realidad, la realidad crea perspectiva. ¿Lo ves ahora? Así que… si tu perspectiva es que ahora no tienes algo – cualquier cosa, lo que sea que quieras – si tu perspectiva es que careces de ello, crearás esa realidad, porque así es como funciona el Círculo de la Creación. ¿Cómo romper este círculo vicioso? Cambia tu perspectiva.
Pasa de “no tengo esto ahora”, a “siempre he tenido esto, y tengo esto ahora”. Luego, ACTÚA COMO ASÍ FUERA. HABLA como si así fuera. PIENSA como si así fuera. COMPÓRTATE como si lo fueras. Por tanto, no “pidas” nada. Más bien, llámalo. Tú ya tienes lo que estás “pidiendo”. Basta con traerlo a tu experiencia actual. El Universo no te da lo que mereces sino lo que SIENTES MERECER. El Universo no se compadece de tus males, ni de tus desgracias, no actúa por lástima. Necesitas pedirlo con emoción, con energía con decisión. Por cierto, la manera más rápida de hacer esto es traerlo a la experiencia presente de otro. Esto se debe a que es más fácil para ti creer que otro puede tener esta experiencia que creer que TÚ puedes. (Esto es así prácticamente para cualquier experiencia buena.) Y ESTO se debe a que la mayoría de nosotros ve a los demás como más MERECEDORES de la experiencia que nosotros. Todo cambia, entonces, cuando cambiamos nuestra perspectiva. Cristo, te darás cuenta, no pedía nada. Lo LLAMABA. Él hablaba con autoridad absoluta. “Levántate y camina”, dijo a Lázaro. Y al leproso, “Levántate y vete. Por tu fe has sido sanado”. Así que, ¿qué te parece todo eso en tu propia vida? A mí me parece así… Nunca pidas nada, sino más bien, da gracias a Dios de antemano porque ya está allí (“Incluso antes de que pidan, habré respondido”) y agradece a Dios por darte, ahora, la capacidad de ver que es verdad, tanto ahora como por siempre. Mi oración preferida es la siguiente: Gracias, Dios, por ayudarme a comprender que este problema ya ha sido resuelto para mí. Tú ves, el propósito de toda la vida es que anunciemos y declaremos, expresemos y cumplamos, y nos convirtamos y experimentemos Quienes Realmente Somos.
No hay nada más sucediendo aquí, nada más está pasando. Todo lo demás que está ocurriendo es en relación a eso. Hemos venido al Reino de lo Físico para poder experimentar lo que conocemos en el Reino de lo Espiritual que es verdad. Todo esto es explicado maravillosamente en EN CASA CON DIOS en Una Vida Que Nunca Termina, el texto final en la serie de 9 libros Conversaciones con Dios. Así que esto es lo que quiero decir por “llamarlo”, sólo para darte un ejemplo práctico. Si lo que deseo ahora experimentar es mi relación perfecta y correcta, pasaría de inmediato al agradecimiento alrededor de eso. Recuerda siempre, el agradecimiento es la actitud. Yo diría, “Gracias, Dios, por el hecho de que mi relación perfecta está viniendo a mí ahora”. O bien, si yo ya estuviera dentro de una relación que quisiera hacer funcionar, llamaría a ese resultado con gratitud: “Gracias, Dios, por la experiencia, pasando a través de mí COMO yo, de mi relación perfecta, aquí mismo, ahora mismo”. Lo llamaría en los momentos de estrés, no sólo en momentos de paz; en los momentos de ira, no sólo en los momentos de amor. Entonces pasaría de inmediato a la DEMOSTRACIÓN de ello. Yo ACTUARÍA COMO SI mi relación fuera perfecta, justo allí y entonces (aunque pueda no haberse sentido así un momento antes, por algo que se dijo o sucedió). Así es cómo sana tu relación en cinco segundos.
Lo mismo podría ser cierto en el caso de, por ejemplo, la abundancia. Si yo deseara experimentar más dinero en mi vida, pasaría inmediatamente al agradecimiento por ello. “Gracias, Dios, por traerme todo el dinero que necesito, aquí mismo, ahora mismo”. Entonces pasaría de inmediato a la DEMOSTRACIÓN de ello. Yo ACTUARÍA COMO SI mis fondos fueran suficientes, y haría esto compartiéndolos con los demás, con quienes son incluso menos afortunados que lo que yo imagino ser. De inmediato encontraría a alguien que tenga menos que yo, y les daría a ellos, para que tengan más. En todas las cosas, haría a otros lo que quisiera que me hicieran a mí. De esta manera demuestro que aquello que deseo experimentar, lo puedo experimentar en cualquier momento que elija. Una vez que me he dado a mí mismo la experiencia que he anhelado al dar a OTROS la experiencia que he anhelado, descubrirás una clave extraordinaria para la felicidad. Armonía.
Estoy convencido que el ser humano fue diseñado para ser feliz y próspero, en armonía en las áreas de vida emocional, pensamiento ó mental, espiritual, física, material, afectiva, social y familiar. Pareciera ser que es una utopía este planteamiento. Pero en realidad lo que sucede es que nosotros bloqueamos está armonía por alguna forma de pensamiento, creencia ó emoción. Si tuviéramos congruencia, entendiéndose como: “Pensar, Sentir, Decir y Hacer LO MISMO”, nuestra vida funcionaria más armónicamente. Te invito a pensar cuantas veces decimos una cosa y hacemos otra, ó cuantas veces sentimos algo y decimos algo diferente. Actuar así en la vida va contra nosotros mismos, NO HAY JUSTIFICACION ALGUNA PARA PROCEDER DE ESTA MANERA. Entonces, aquellos que buscan solo la acumulación de bienes, dejan a un lado su crecimiento personal; pueden llegar a tener muchos bienes, pero no tienen una vida familiar, ó tienen problemas de salud. Solo tienen mucho dinero nada más. Conocí a un extraordinario psicólogo Luigi Martinolli, dedicado a ayudar a los demás, daba conferencias gratuitas en Alcohólicos Anónimos, dirigía un grupo de autoayuda a gente sin recursos, etc… era un tipazo, fortaleció su área emocional y espiritual a niveles muy altos; falleció hace pocas semanas dejando a su esposa y a su hija en una condición económica sumamente difícil, prácticamente en extrema pobreza. Se le olvido trabajar la parte material. Nos dedicamos a cultivar las áreas que nos dan satisfacción, descuidando aquellas que nos implican responsabilidad, trabajo, estudio ó un cambio. Esto se conoce como terapia ocupacional: Siempre hay tiempo para lo que nos gusta ó facilita y dejamos al final aquello que nos implica esfuerzo, estudio, etc…
Así como hemos aprendido que una enfermedad es resultado de una forma inadecuada de manejar emociones y pensamientos. La falta de amor en tu vida, una pareja, paz interior, trabajo, dinero, vida social ó familiar, espiritualidad, también deben considerarse enfermedades, porque su manifestación tiene un origen, así como puede tratarse para revertirlo encontrando las causas. Pre-Requisito. Llegamos al último punto de la conclusión del capítulo: Todos deseamos que se manifiesten muchas cosas en nuestra vida, ya sea cuestiones materiales ó intangibles. Sin embargo a pesar del conocimiento de la Ley de Atracción, técnicas de visualización, agradecimiento, oración, etc… no parecen funcionar para todos, ó a veces sí y otras no, como cuestión de suerte. Hay personas que no han visto la película de “El Secreto” y la abundancia es una constante en su vida. Déjame decirte que hay pre-requisitos para que obtengas lo que deseas.
El Universo está atento a tus deseos para cumplirlos, pero también espera que hagas algo congruente para obtenerlos. Una mente con pensamientos negativos, creencias limitantes, temores de carencia es difícil que sea tierra fértil para recibir y mantener prosperidad. Muchos suelen decir: “Si yo me sacara la lotería, mi vida cambiaría, sería otra”, déjame decirte conozco 3 personas que eso sucedió en sus vidas, se sacaron la lotería, las 3 al paso del tiempo, cuando se acabo el dinero regresaron a la situación que vivían antes de recibir el dinero y uno de ellos más abajo. ¿Qué sucedió? Que lo único que había cambiado en su vida era tener más dinero, pero con la misma forma de pensar, las mismas creencias, los mismos temores, entonces todo tiende a regresar al punto de partida. “La mejor definición de locura que conozco es tratar de Lograr resultados distintos, ….haciendo lo mismo.” Albert Einstein Conozco personas que trabajan por su cuenta y se quejan de que no les va bien, pero ¡se levantan a las 10 de la mañana!. Otros que desean amor en su vida, pero no están dispuestos a darlo ellos, solo a recibirlo. Unos más desean salud y estar libre de enfermedades y no hacen algo de ejercicio ni cuidan su alimentación.
Otros desean progresar en sus empleos ó carrera profesional pero no han leído nada para actualizarse en años. Unos más no tienen amigos ni vida social pero no dejan de criticar y juzgar de todo y por todo a los demás. No puede haber en estos ejemplos por más que pidan, que hagan visualizaciones que se manifieste en su vida lo que desean. NO HAY CONGRUENCIA. Tu eres parte de este mágico Universo que esta amorosamente deseando satisfacer tus deseos pero tienes que mandar la señal correcta: Pensamiento emoción palabra y acción alineado a tus deseos. De seguro no te parecerá sencillo, pero ¿acaso tienes otra opción? Celebremos la vida !!!
Juan Carlos Fernández